CULTIVO:
INGREDIENTE ACTIVO: Teflubenzuron
DESCRIPCIÓN: Benzoilarilurea. Benzoilurea no sistémica con actividad reguladora sobre el crecimiento de los insectos, interfiere primariamente la síntesis de la quitina en las larvas de los insectos holometábolos. Por su modo de acción, su actividad inicial es lenta. Debe efectuarse la aplicación antes de que se termine la formación de la cutícula. El efecto del tratamiento comenzará a notarse cuando las larvas tratadas intenten infructuosamente mudar su vieja cutícula. Frecuentemente la nueva cutícula se rompe y la larva se contrae por pérdida de líquidos corporales. Inmediatamente después de la ingestión de teflubenzuron, la actividad alimentaria de las larvas se reduce o se detiene totalmente por lo que el cultivo no sufre más daños aunque las larvas continúen vivas. No actúa sobre adultos. Pero puede afectar a la fertilidad de las hembras por contacto o ingestión. Manifiesta una interesante actividad ovicida específica contra determinadas especies de insectos y, como consecuencia de su diferente permeabilidad, dependiente de la edad de los huevos. Se degrada rápidamente en el suelo con una vida media, según tipo de suelo, de 2 a 6 semanas. El producto no se acumula ni se lixivia. No influye en la respiración del suelo, ni en la mineralización del N orgánico, ni en las transformaciones microbiológicas del suelo. En almacenamiento los residuos son muy persistentes.
INGREDIENTE ACTIVO: V.P.N. (VIRUS DE LA POLIEDROSIS NUCLEAR)
DESCRIPCIÓN: Los baculovirus pertenecen a la Familia Baculoviridae, la cual está compuesta de tres subgrupos: A (virus de la poliedrosis nuclear, VPN), B (virus de la granulosis, VG) y C (virus nuclear no ocluido, VNO) (Francki et al. 1991). Estos patógenos exclusivos de artrópodos, tienen la capacidad de infectar a numerosas especies de insectos, principalmente lepidopteros. Los dos primeros subgrupos se destacan por características de interés práctico (especificidad, seguridad de empleo, facilidad de aplicación y estabilidad) para su utilización como materias activas de insecticidas microbianos, que compiten favorablemente con los insecticidas sintéticos por el control selectivo de las especies de interés agrícola, sin causar daño a los insectos benéficos (Gröner 1986). Por el contrario, los virus del subgrupo C tienen una limitada acción microbiana, debido a su difícil identificación porque no presentan un cuerpo de inclusión (CI).